Lo que nos gusta comer día a día, pero, también nuestro estilo de vida (nuestros hábitos), son para mi las dos razones básicas que configuran a una persona que tiene un peso saludable frente a otra que tiene exceso de peso u obesidad.
Recientemente leía un artículo sobre las razones por las que la obesidad había tomado dimensiones epidémicas realizadas por la dietista estadounidense Maryann Tomovich.
Os resumo los 5 factores que señala como puntos de inflexión para que se hayan disparado las estadísticas de obesidad de muchos países (como EEUU):
Os resumo los 5 factores que señala como puntos de inflexión para que se hayan disparado las estadísticas de obesidad de muchos países (como EEUU):
- Ya no se cocina: Las comidas de familia que antes eran más frecuentes y se consideraban prioritarias, ya no se celebran con regularidad. Niños y mayores suelen comer fuera. Este hecho hace que muchas personas nunca aprendan a cocinar. (Según una encuesta realizada por Impulse Research, un tercio de la gente no sabe cómo cocinar)
- Demasiados dulces y grasas: La comida “basura” está disponible con demasiada frecuencia. Los alimentos procesados, azucarados y las raciones excesivas y saciantes están presentes en muchos restaurantes, centros comerciales, supermercados etc
- No se come relajado: El modo de vida actual suele ser extenuante en cuanto a trabajo y actividades, teniendo menos tiempo libre que nunca. El estrés se ha relacionado con el aumento de peso y favorece un comportamiento excesivo frente a la comida. El estrés no deja espacio para planificar comidas, hacer ejerció, etc.
- Poca o nula actividad física: Como comentábamos antes, si no se hace ejercicio, no se queman las calorías, ni se estimula el funcionamiento hormonal, circulatorio, respiratorio, metabólico.. adecuado para nuestro organismo.
- Demasiadas Dietas: La respuesta al problema del peso ha llegado en forma de dietas a veces muy simplistas. El exceso de restricciones, normas etc. pueden generar problemas psicológicos como la ansiedad. Las dietas crónicas también da lugar a lo que en alimentación intuitiva se llama “mentalidad de dieta”, alimentando el círculo vicioso de la restricción, la pérdida de peso, consumo de alimentos placenteros y nuevo aumento de peso, además de los conocidos efectos rebote.
Por ello, antes de tomar decisiones precipitadas de cómo adelgazar y cuando ponernos “a dieta”, es mejor observar nuestra realidad individual, analizar nuestro estilo de vida e introducir cambios adecuados y progresivos que se ajusten a nuestra situación personal.
Esto facilitará la adherencia al cambio y el cambio de hábito que generará cambios saludables en otras áreas de nuestra vida.
¿Qué hábitos de alimentación llevas? ¿Están acordes a un estilo de vida saludable?
Esto facilitará la adherencia al cambio y el cambio de hábito que generará cambios saludables en otras áreas de nuestra vida.
¿Qué hábitos de alimentación llevas? ¿Están acordes a un estilo de vida saludable?
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