El comer de manera compulsiva es el trastorno de conducta
alimentaria mas común, y en la mayoría de los casos, acaba acarreando problemas de exceso de peso. Las personas que son "comedores compulsivos" acaban por utilizar la comida como forma de manejar y evadir sus pensamientos, emociones y sentimientos, cayendo en un círculo vicioso donde la comida es la única
respuesta a su angustia, su estrés y su dolor.
Salir de la compulsión puede ser el reto mayor de su vida, ya que tras ese comportamiento malsano, se esconden los verdaderos problemas que hasta el momento, ha sido incapaz de desenmascarar.
Los comedores compulsivos al igual a aquellas las personas
que padecen otros trastornos relacionados con el comer, pueden experimentar consecuencias graves
en su salud como:
Alteraciones físicas
Alteración en la presión arterial, riesgo de enfermedad en
el corazón, diabetes, aumento de colesterol, aumento de
catarros, bronquitis y neumonía, entre otras más descritas.
Alteraciones psicológicas y emocionales
Miedo e inseguridad personal, autoestima baja o poco saludable y
sentimientos de culpa, vergüenza, enfado, tristeza, infelicidad, sentimiento de
vacío,ansiedad, insomnio,depresión, entre otras..
La persona que identifica un desorden en su relación con la comida, ya sea mediante el abuso junto con periodos de restricción, o el "craving" hacia ciertos alimentos, en muchas ocasiones tiene problemas para llegar a la raíz de su mal y solucionarlo por si solo. Además estas reacciones compulsivas, pueden obedecer a vínculos inconscientes que ni siquiera ha llegado a desvelar.
Un plan integral individualizado puede ayudar de forma eficaz a gestionar los miedos que obstaculizan este cambio de hábito tan frecuente, y puede mover hacia la toma de conciencia y el abandono de esa dependencia destructiva, cuyo logro puede acortarse de la mano de un coach de salud.
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