Leía el otro día en la revista Muy Interesante algunos consejos publicados en revistas científicas para evitar la obesidad. Los cuatro siguientes me llamaron la atención especialmente y quiero
compartirlos junto con mi opinión hoy, por si te interesa ponerlos en
práctica.
1. Aléjate del estrés
El estrés que supone, entre otras cosas, la inseguridad
económica, hace que las personas que viven en países regidos por el denominado
"libre mercado" sean más propensas a volverse obesas, según se
desprende de un estudio británico publicado en la revista Economics and Human
Biology.
El estrés no es
malo, es una respuesta natural a los
estímulos exteriores, pero se convierte en enfermedad cuando la persona no
puede responder a ellos. Vivimos la generación de la velocidad y no hay
capacidad de respuesta. Otra cosa diferente es que tu vida, el trabajo no esté
organizado.
La tensión que sufrimos las personas desestabiliza el cuerpo
y crea enfermedades. Un diabético se desestabiliza por el estrés, infecciones
debutan por estrés, el hipertenso se descompensa…y la persona con
desequilibrios metabólicos engorda.
2. Evita los refrescos
Las personas que consumen refrescos regularmente tienen
mayor susceptibilidad genética a padecer obesidad y a tener un Índice de Masa
Corporal (IMC) elevado, según indica un estudio que se publica en la revista
New England Journal of Medicine.
Muchas personas adictas a los refrescos han bajado de peso
únicamente eliminando los refrescos de
de su dieta, incluidos los diet. Cada vez más dietas médicas incluyen
esta recomendación.Cuando se toma comida o bebida dulce, aunque no contenga azúcar, el cerebro retiene durante más tiempo la necesidad de
comer. Por ello, cuando se toman refrescos bajos en calorías la sensación de
hambre es mayor.
4.Menos televisión
Según un estudio que publicaba hace poco la revista Archives
of Internal Medicine, sentarse frente a la televisión más de cinco horas al día
potencia el sobrepeso.
El verdadero problema de sobrepeso no está en la comida sino
en el sedentarismo. La media de una reciente encuesta habla de que pasamos un
70% del día sentados y esto no se compensa con unos días de ejercicio. Es un
pésimo hábito.
5. Lee las etiquetas de los alimentos
La Universidad de Santiago de Compostela ha participado,
junto con las universidades de Tennessee, Arkansas (EE UU) y el Instituto de
Investigación de Economía Agrícola de Noruega, en un estudio acerca de la
relación entre la lectura del etiquetado nutricional de los alimentos y la
obesidad. Los resultados indican que el índice de masa corporal de los
individuos que leen las etiquetas puede llegar a ser 1,49 puntos menor que el
de quienes que nunca tienen en cuenta dicha información a la hora de hacer la
compra. Esto supone una reducción de 3,91 kg para una persona con 74 kilos de
peso.
Es importante saber lo que comemos y sobre todo la
información de la composición y la cantidad de
calorías. Existen alimentos naturales que pueden saciarnos de forma mas
duradera pero hay que saber comprarlos y distribuirlos en una dieta
equilibrada.
¿Cuantas de estas cosas vas a comenzar a hacer?
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